Gatos: Castración (¡oh dios!)


A estas alturas igual alguien puede pensar que me gusta crear polémica, bien, pues tienen razón. Es que me he criado en un pueblo pequeño donde nunca pasa nada, y se me han quedado las ganas de “hacer algo” para que “pase algo”.

Vamos al tema que nos ocupa, que es el que pone título a esta entrada. Castrar a los gatos. Quitarles sus atributos de machos y no dejarles procrear ni desahogarse nunca… ¡oh dios!
O castrar a una gata sin haber tenido nunca una camada, sin dejarle sentir nunca lo que es ser madre y siendo virgen ¡que desconsiderados!

Lo más preocupante de lo que acabo de escribir es que alguno seguro que ha pensado que lo decía en serio. Preocupante y habitual.

Entonces ¿Por qué los veterinarios están tan empeñados en que castremos a los animales? Serán desalmados ¿será por ganar dinero? Aunque bueno, si no los castrásemos tendrían cada vez más y más gatos a los que tratar… Qué raro, igual es que son unos sádicos estos veterinarios Españoles, ah no, que no es solo en España…

Voy a ir pasito a paso explicando los beneficios e inconvenientes de la castración. Seguramente los más duros de mollera crean que es todo mentira, el mundo está equivocado y ellos tienen razón, pero que se le va a hacer, el Tío La Vara nunca viene cuando le llamo.

Bien, comencemos por un resumen de las técnicas existentes de esterilización (sí, hay más de una):

- Técnicas de esterilización: respetan la actividad hormonal e impiden la capacidad reproductora
 1. Hembras:
a) Ligadura de trompas: ligar y cortar las trompas de Falopio.
b) Histerectomía: extirpación de las trompas de Falopio y del útero.
 2. Machos:
Ligadura: ligar y cortar los conductos que transportan los espermatozoides.

- Técnicas de castración: impiden la capacidad hormonal y la reproductora:
1. Hembras:
a) Ovariectomía: extirpación de ambos ovarios.
b) Ovariohisterectomía: extirpación de ambos ovarios y del útero.
2. Machos:
Orquiectomía: extirpación de ambos testículos.

Bien. Si el gato es de cría, seguramente el criador sepa perfectamente que métodos usar para tener a su gato parado unos meses. Por lo cual solo nos queda la opción de que no sea de cría, y en este caso, la técnica mejor y más eficaz es la castración.

Ahora hablaremos de los beneficios y los inconvenientes:
En el caso de las hembras el beneficio más importante es el evitar los tumores en el útero, en los ovarios y en las mamas. Esto debería ser suficiente para cualquier dueño de una gata, pero sigamos enumerando beneficios. Las piometras. Una piometra es una enfermedad originada por una infección en el útero y acumulación de secreciones y pus en su interior. La piometra puede ser abierta o cerrada. Si es abierta, la gata sangra por la vagina. Si es cerrada, no lo vemos, con lo cual, cuando nos enteremos seguramente sea tarde por haberse muerto ya la gata.
Dicho esto voy a hacer una puntualización. Las gatas no sangran cada mes, no tienen la regla, como las perras. Si una gata sangra, es algo muy malo (corre hacia el veterinario).
Una piometra es una enfermedad muy muy frecuente en todas las gatas, sean o no de raza.
Bien, si todo esto todavía no es suficiente (cabeza dura), seguramente lo siguiente si convenza, ¡las gatas tienen celos! Si, si. Esto es, cuando alcanzan su madurez sexual, entre los 6 y 12 meses, las gatas entrarán en celo cada cierto tiempo, dependiendo del lugar donde viva incluso puede estar todo el año en un celo continuo. ¿Qué cómo sabemos si está en celo? Tranquilos, no pasará desapercibido. La gata maullará día y noche, al suficiente volumen como para no dejarnos dormir, ni a nosotros ni a los vecinos, si vivimos en un edificio de pisos o en un chalet adosado. Cada celo dura una media de 10 días. Siempre y cuando no sea un celo continuo, como dije antes. Ah, y los machos también maúllan, no por el celo propiamente dicho, ya que solo las hembras lo tienen, pero sí porque tendrán las hormonas revolucionadas y estarán llamando constantemente a las posibles hembras que pudiese haber en 3 kms. a la redonda.
Quizás dicho esto, alguno se vuelva a plantear lo de no castrar. Es triste que las molestias al humano pesen más que los peligros médicos del animal.
Aunque bueno, todavía habrá alguno pensando que “no será para tanto, exagerada”. JAJA.

En el caso de los machos, los beneficios también son muy importantes, el principal es que se evita la aparición de tumores testiculares. Como siempre, esto no será suficiente para algunas personas, por lo que sigo enumerando, los machos se extresan mucho al no poder salir a buscar a una gata, estarán continuamente buscando por donde escaparse, y lo conseguirán, por mucho cuidado que se tenga (tiran más dos tetas… y no te digo 8). Y, si todavía no estamos convencidos, solo deciros que el macho marcará su territorio, ¿cómo?, pues entre otras maneras, con su pis. Y no un pis normal, no, el gato girará su trasero hacia el sofá, o la esquina del salón, o el marco de la puerta, y lo rociará todo como si fuese un aspersor. ¡Y cómo huele! No es un pis normal, huele mucho más fuerte. Y no solo los machos marcan, también la mayoría de las hembras lo hace. ¿convencidos? ¿todavía no? Ah, que como con las hembras, igual pensáis que no es para tanto… JAJA

Ahora hablaré de los inconvenientes. Bien, son dos, tanto para la hembra como para el macho, el riesgo que tiene toda operación quirúrgica y el precio de esta intervención.
En cuanto al primer inconveniente, lo único que buenamente podemos hacer, es buscar un veterinario de confianza, y seguir al pie de la letra las recomendaciones para después de la operación.
En cuanto al segundo. En determinados ayuntamientos existen campañas de esterilización en las que el precio nos puede salir por menos de la mitad que en nuestro veterinario. Para enterarse de si en nuestro ayuntamiento existen esas campañas debemos acercarnos al ayuntamiento o en algunos, mirar en su página web. ¿Qué en el nuestro no existe eso? Pues miramos en el ayuntamiento de al lado.
Estas campañas de esterilización también las hacen a menudo algunas protectoras de animales. Debemos buscar cuales tenemos más cerca y preguntarles.

En cuanto a la edad para esterilizar a un gato. Depende. En algunos sitios optan por la “esterilización temprana”. Con 3 meses esterilizan. Bien, yo no estoy completamente de acuerdo con esto, ya que depende de cada animal. Una hembra podría castrarse perfectamente con 3 meses de edad, pero tendría que ser un animal fuerte y con sus vacunas en regla. Un macho ya es más complicado, ya que depende de si su pene está totalmente formado y los testículos han descendido. De no ser así podríamos acarrearle problemas urinarios al animal de por vida. Lo más habitual es castrar a las hembras con 4 meses y a los machos entre los 8 y los 10 meses. No se debe esperar más, en el caso de los machos, porque una vez comience el marcaje, o dejará de hacerlo, o no. Y en el caso de las hembras, cuanto más esperemos, más posibilidades de piometras y tumores tendremos.

Bien, ahora voy a hablar de ciertos mitos de la castración que me ponen de mala ostia cada vez que los oigo.

- Las gatas deben de tener una camada por lo menos antes de castrarlas. MENTIRA. Falso, totalmente falso. Se quedó agusto el que lo dijo. Las gatas no tienen ningún tipo de “complejo” psicológico que les pida ser madres, eso es cosa humana. Los gatos ni tienen necesidad de tener descendencia ni se notan distintos cuando se les castra. Deja de pensar como te sentirías tú si te hiciesen lo mismo, los gatos son gatos, los humanos… human… depende.
- Que les cambia el carácter. Mentira también. Eso sí, si tu gato no te hacía caso, porque estaba nervioso continuamente deseando salir de casa, o tu gata estaba con sus celos cada 2 meses, entonces sí. Claro que cambia, dejará de sentir ese estrés y podrá ser un gato normal.
- Que engordan. Pues valla, ¿por algo existen los piensos para gatos esterilizados? ¿no? Problema resuelto.

Bien, por ahora no se me ocurre más que decir al respecto de la castración felina.

Pero ya sabéis, en caso de duda consulte con su veterinario.

¡Hasta luego!

73’ Vania

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